Si no habías oído hablar del "sesgo negativo", lee esta nota. El cerebro humano está hecho con herramientas de supervivencia que eran sumamente útiles en tiempos de la Edad de Piedra. Por eso, la mayor parte del sufrimiento humano es creado por la mente. Los pensamientos negativos tienden a ser más que los positivos por este sesgo neurobiológico. Estamos diseñados así para defendernos, para la supervivencia. Sin embargo, esto hoy no es tan necesario, no necesitamos ese imput de señal de supervivencia que estimula el peligro. No de la manera en que se usaba antes. Ahora que sabes esto, observa tus pensamientos, observa qué cosas te dices y cuando te sorprendas con pesamientos negativos, trata de decirte que no es correcto, para que sustituyas lo negativo por lo positivo. Recuerda que los pensamientos negativos nos causan sufrimiento y muchos son creados por la mente sin ser reales.
Evita que estos pensamientos negativos estimulen tu amígdala cerebral que es la encargada de enviar la señal de 'huida o pelea', (fight or flight) y que causa los terribles malestares de ansiedad y ataques de pánico. Demasiados pensamientos negativos van a estimular la glándula (amígdala cerebral) que se encuentra en tu sistema límbico y estas sensaciones de miedo o negatividad generarán más ansiedad de la que necesitas. Esta ansiedad crea a su vez estrés que es sumamente dañino.
Si logras cambiar tus pensamientos negativos en pensamientos positivos, y los vas reconociendo instantaneamente, lograrás estar en paz.
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